El CPAS se suma al pedido de aparición de Santiago Maldonado quién desapareció hace un mes en un episodio del que fueron protagonistas fuerzas de Gendarmería Nacional. Esta situación nos remite a un pasado doloroso vinculado a la dictadura cívico militar y no vislumbramos ni concebimos vivir estos acontecimientos que no están en concordancia con la democracia.
Por eso en nuestro país, la conmemoración por el día de las víctimas de desapariciones forzadas (30 de agosto), cobró una relevancia fundamental este año.
La desaparición forzada de personas viola toda una gama de derechos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los pactos internacionales de derechos civiles y políticos. Es una estrategia para infundir el terror a los ciudadanos a su entorno próximo y al conjunto de la sociedad afectando a toda la comunidad en cuanto se violan los derechos a la vida, a la seguridad, a la libertad y a la identidad.
Cabe recordar que la desaparición forzada de personas es un delito de lesa humanidad y su particularidad reside en que la acción de desaparición la lleva a cabo el estado a través de sus fuerzas, negándose a revelar el paradero de esas personas, o negando su privación de la libertad sustrayéndolas de la protección de la ley.
Desde el CPAS bregamos por la promoción y protección de los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo sostenible ya que son principios éticos y valores ineludibles de la práctica del Trabajo Social.