Un nuevo 8 de Marzo y hay banderas que seguir levantando y recordando. La desigualdad de género sigue presente en nuestro país, en los distintos ámbitos y sectores sociales.

El avance neoliberal y conservador de estos tiempos, nos obliga a hacer una lectura en clave de género, del actual contexto. Es decir, una mirada que visibilice las implicancias del modelo económico neoliberal en los movimientos de mujeres y en los modos de participación política. En este sentido, cabe señalar que la gran cantidad de despidos, la reducción del poder adquisitivo de los sectores populares, el vaciamiento ideológico de los Programas Nacionales que abordan la cuestión de género y la represión de la protesta social son medidas que tienden al disciplinamiento de los cuerpos femeninos y los ubican en el espacio privado con el objetivo de desarticular los reclamos colectivos.

Al colectivo Trabajadorxs Sociales las políticas públicas, activas y universales nos han brindado un escenario más favorable en los distintos campos de intervención; además de representar el acceso a lo que por derecho corresponde a lxs habitantes del pueblo de una nación.

Más allá de eso, queda mucho por hacer, sabemos que los índices de femicidios en Argentina siguen siendo alarmantes. Tenemos que seguir dando la batalla cultural para derrumbar prejuicios, estereotipos en los que se basa la desigualdad entre los géneros, con la responsabilidad ética que nos confiere el Trabajo Social en tanto nos  compromete en “la  defensa y reivindicación de los derechos humanos, la construcción de ciudadanía y la democratización de las relaciones sociales”.

Directorio CPAS