Esta fecha se celebra desde el año 2011 a partir de la resolución 65/209 del año 2010 de la asamblea general de las Naciones Unidas y tiene el propósito de exigir verdad, justicia y honrar la memoria de los desaparecidos. En nuestro país la conmemoración cobra una relevancia fundamental este año dada la situación de desaparición de Santiago Maldonado en un episodio del que fueron protagonistas fuerzas de Gendarmería Nacional. Esta situación nos remite a un pasado doloroso vinculado a la dictadura cívico militar y no vislumbramos ni concebimos vivir estos acontecimientos que no están en concordancia con la democracia.
La desaparición forzada de personas viola toda una gama de derechos consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los pactos internacionales de derechos civiles y políticos. Es una estrategia para infundir el terror a los ciudadanos a su entorno próximo y al conjunto de la sociedad afectando a toda la comunidad en cuanto se violan los derechos a la vida, a la seguridad, a la libertad y a la identidad.
Cabe recordar que la desaparición forzada de personas es un delito de lesa humanidad y su particularidad reside en que la acción de desaparición la lleva a cabo el estado a través de sus fuerzas, negándose a revelar el paradero de esas personas, o negando su privación de la libertad sustrayéndolas de la protección de la ley.
Desde el CPAS bregamos por la promoción y protección de los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo sostenible ya que son principios éticos y valores ineludibles de la práctica del Trabajo Social.