Se llevó a cabo la 2° Jornada de Ateneo “Salud Mental, dispositivos alternativos y Trabajo Social”. Alejandra Tenaglia expuso acerca de las diferentes miradas de la problemática de la adolescencia.
La TS Alejandra Tenaglia integra el Equipo de Adolescencia del Hospital Alassia y disertó sobre la temática «Adolescentes: Diferentes Miradas de una misma Problemática”. Las ponencias están pensadas en un eje transversal que es la Ley de Salud Mental n° 26657. En este sentido, Alejandra relató cómo es la aplicación de la ley y se refirió a la problemática de la adolescencia, la interacción del trabajador social con las otras disciplinas y la realidad del adolescente a partir de su experiencia diaria dentro del hospital.
¿Cuáles son las diferentes miradas que presentan sobre la problemática de salud mental en la adolescencia?
Nuestro trabajo está encuadrado en poder plantear cuales son los distintos motivos de ingreso al hospital que son ingesta medicamentosa, de alcohol, consumo de marihuana, cocaína, algunos casos de abuso sexual relacionados con la adolescencia. No podemos entender solamente desde el Trabajo Social al tema de la adolescencia y toda su problemática. Es necesaria la mirada médica, la mirada desde la psicología, tratamos de analizar entre todos los profesionales el caso, la situación-problema que ingresa. Muchas veces el motivo de ingreso al hospital esta entendido desde cierta urgencia, pero por lo general detrás hay distintas problemáticas sociales que están atravesadas. Cuando empezamos a analizar su contexto familiar están atravesados por distintas problemáticas: un contexto de familias disfuncionales, promiscuidad, droga, alcohol, prostitución, situación de calle, mamás que no los pueden contener. Para algunos casos que están enmarcados en la urgencia tratamos de proponer un tratamiento ambulatorio desde el hospital. Pero otros los coordinamos con los equipos territoriales. Todo el trabajo se centra en la intersectorialidad y la interdisciplina.
Dentro de esa interdisciplina, ¿cómo es la intervención del trabajador social?
Por lo general, el trabajador social es el que siempre aporta más datos para la lectura porque en la entrevista se indaga un poco más de la historia familiar. En algunos puntos terminamos difiriendo en algunas cosas, como nos vamos a posicionar frente al caso o como vamos a intervenir. Pero también porque el trabajador social a veces termina siendo un poquito de cada cosa. Si bien nosotros tratamos de construir y fortalecer nuestro campo disciplinar, siempre es el que ofrece el asesoramiento legal y lo deriva a algún lado para poder canalizar alguna necesidad. Por eso siempre es el referente y el nexo con las demás disciplinas.
¿Qué herramientas les aportó la nueva ley de salud mental? ¿Cambió algo después de su aplicación?
En el hospital se vino construyendo desde hace tiempo esto del trabajo interdisciplinario. Tiene su historia el equipo de adolescencia, entonces no fue difícil construir la mirada interdisciplinaria. Es algo que se construye a diario. A veces hay diferencias, pero la idea es aunar criterios y llegar a la mejor de la resolución.
¿Cuál es la principal dificultad que tienen dentro de esta interdisciplina?
A veces tenemos algunas diferencias con los psicólogos pero sobretodo en el posicionamiento. Porque ellos a veces se centran en la clínica y es difícil la ruptura con este trabajo para abrirse a la mirada de todas las áreas y a partir de ahí analizar la situación. Pero tratamos de impulsar esto de lo interdisciplinario.
¿Cómo ves la realidad de los adolescentes de acuerdo al panorama de la gente que ingresa al hospital?
Está bien difícil. Creo que la adolescencia como la infancia, viene atravesando distintos problemas y está atravesada por muchísimas necesidades. La infancia está muy vulnerable, entonces, llegamos con una adolescencia con cierta vulnerabilidad en el sentido de que cada vez son más los problemas que atraviesan los adolescentes. Se enmarca en el “sin sentido”. En algunos casos hay intentos de suicidio, si bien hay que discriminar que le corresponde a la parte médica determinar si tuvo el deseo, la intención o no, pero con ingesta de medicamentos empiezan desde los 10 años. Existe el niño que a lo mejor no piensa en la muerte, pero sí ingirió el medicamento para poder quebrar con algo que le dolió en ese momento. Es algo que nos debe preocupar y debemos asumir el compromiso todos los profesionales y el Estado fundamentalmente. El tema de la adolescencia es un compromiso de todos.