Como Colectivo Profesional de Trabajo Social de la Zona Norte Reconquista, queremos pronunciarnos ante los despedidos que se propiciaron desde la Subsecretaria de Agricultura familiar, señalando que las cifras implican quinientos setenta familias en todo el país,y 16 en nuestra provincia, quienes se vieron disruptivamente atravesadas por políticas de estado tendientes a la desregulacion,precarizacion y aniquilación del trabajo como unidad de sentido y construcción identitaria
Consideramos, se convierte junto a otras decisiones, en una de las medidas mas tendenciosas, que sitúan a una sociedad amenazada en el sostén de sus lazos sociales, ante los continuos recortes del gasto publico, perdiéndose la constitución de derechos adquiridos, en un Estado que debe gobernar para intereses comunes y no para sectores dominantes,que monopolizan los derechos y los bienes públicos de una ciudadanía.
Esto constituye un fuerte atropello a la dignidad humana,a la organización de la vida cotidiana,a las posibilidades de proyectar un futuro, ante este presente que se manifiesta incierto y fragmentado.
Es incuestionable la centralidad que tiene el trabajo como organizador de la vida cotidiana y,de las relaciones sociales,otorgándole significación a los proyectos de vida. La solidaridad tiene que ver con su conservación,cuidado,protección de las economías regionales,expansión de las posibilidades para su realización y no «achicamiento desmesurado»,arrojando estadisticas y cifras que implican destinos familiares y colectivos.
Conservar la capacidad analítica,la solidaridad y la indignación frente a estos hechos, que hoy situan a dos Colegas Profesionales de Trabajo Social de la Zona Norte, sin su fuente laboral, nos exige tomar posición,uniendo intenciones y trazas para fortalecer las coordenadas de un Trabajo Social,que no solo se define imperativamente en la defensa de los Derechos humanos,sino que lucha en el quehacer profesional,extendiendo las fronteras de lo posible para construir, revalidar derechos y defender lo público.