Alguien dijo alguna vez que las Fiestas de fin de año conjugan sentimientos de principio y fin. Trasladando esta premisa a la lógica de las organizaciones colectivas, implica la necesidad de realizar balances y renovar desafíos.
El año que se va estuvo signado por la necesidad de la lucha y defensa permanente de derechos: a nivel macro, escenarios políticos-económicos neoliberales; a escala planetaria, políticas regresivas, de ajuste, que implicaron retrocesos en varios de los derechos conquistados.
En Trabajo Social, asumir la defensa de los DDHH requiere como condición la defensa de la Democracia, afirmando el compromiso con la ciudadanía y los derechos sociales.
Por ello, desde una organización colectiva de Trabajo Social, como es el Colegio, entendemos que estas luchas no son individuales, sino cooperativas por definición.
Hace poco más de dos años, nos pronunciábamos, ante un escenario en que considerábamos se ponían en juego dos proyectos de país, “que se asientan en concepciones diferentes de identidad, de sujeto, de organización, influyendo o atravesando la idea de justicia social, de independencia económica y soberanía política: uno refiere a la dependencia de los centros de poder, a la responsabilidad individual en relación a las necesidades y su satisfacción, (…) al achicamiento del Estado en tanto garante del ejercicio de la ciudadanía activa, privilegiando el protagonismo y sometimiento a y en los sectores corporativos privados.”
Asimismo vemos con preocupación, expresiones de colegas, en muchos casos a través de redes sociales, avalando la violencia estatal, la represión y criminalización de la protesta, condenando a lxs sujetos que siguen siendo vulneradxs, moralizando, desde un análisis que encuentra más similitudes con el sentido común que con el análisis complejo de un/a profesional formado en la Universidad. Siguiendo a Bauman “(Las redes) No sirven para dialogar, es fácil evitar la controversia, y encerrarse en zonas de confort”. Por ello, entendemos que los proyectos personales no están desvinculados de los proyectos profesionales, y en estas cuestiones, se pone en vilo la ética profesional. Parafraseando a nuestra colega Alejandrina Rico, en tiempos de formación: “Con tu silencio también estas interviniendo”
En tiempos de tanta complejidad, invitamos a reflexionar desde un sentido crítico, a trascender la “posverdad”, a asumir como colectivo profesional nuestra posición dentro de un campo de disputa de sentidos: en definitiva es convocarnos a repensar nuestras prácticas profesionales, eje de nuestro próximo Congreso Nacional, en Santa Fe, en nuestra casa
Y aquí es donde nos enorgullece mencionar los desafíos. Dos grandes hitos para nuestro colectivo santafesino para 2018: El Congreso Nacional de Trabajo Social, de la cual somos sede por primera vez en la historia, y ante el que esperamos estar a la altura de las circunstancias que merece semejante evento político, académico e institucional para la región. Por el otro lado, y en estrecha relación, en términos de jerarquización profesional: la presentación del anteproyecto de Ley Provincial de Ejercicio Profesional, en concordancia con la Ley Federal de Trabajo Social.
Para finalizar colegas, insistimos en la necesidad de continuar trabajando en la defensa colectiva de los derechos, de un Trabajo Social jerarquizado, crítico y comprometido con nuestro Pueblo.
Lic. Carina Belletti
Directorio de Colegio de Asistentes Sociales de Santa Fe (1ra. Circ)