Colegio Profesional de Asistentes Sociales de Santa Fe

«No hay muchos términos para poner en palabras lo que significa ser hija de Raquel y Tucho»

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Sabrina Valenzuela Negro es una nieta recuperada en la provincia de Santa Fe. Hija de Raquel Negro, estudiante de la Escuela de Servicio Social de Santa Fe y de Edgar Valenzuela, estuvo en  la  presentación del libro “Reencuentro”, escrito por el periodista paranaense Alfredo Hoffman.
 
En el marco de las actividades por la conmemoración del día de la Memoria, en la Escuela de Servicio Social de Santa Fe se realizó la presentación del libro “Reencuentro” que cuenta la historia de Sabrina Valenzuela Negro, hija de desaparecidos durante la última dictadura militar.
 
La Historia
Sabrina fue abandonada en 1978 por hombres del Ejército en la puerta del Hogar de Huérfanos de Rosario. Fue adoptada por el matrimonio Gullino, quienes nunca le ocultaron su adopción, pero no sabían el origen de la beba. En 2008 la justicia paranaense citó a Sabrina para hacer una prueba de ADN, en ese momento ella ya había tenido contacto con las Abuelas de Plaza de Mayo. Le informaron que estaban investigando y que podía ser la hija de Raquel Negro (estudiante de la Escuela de Servicio Social de Santa  Fe) y Edgar Tulio Valenzuela. Conocido el resultado del ADN, Sabrina pudo conocer a su familia biológica, pero aún están en la búsqueda de su hermano mellizo. Ambos nacieron en el Hospital Militar de la ciudad de Paraná.
 
¿Cómo continúa la búsqueda de tu hermano mellizo?
En 2011 se realizó el juicio oral y público en lo que fue la causa “Hospital Militar”, que se llevó a cabo en Paraná y ahí pudimos probar que “el melli” nació con vida, fue ingresado en IPP y fue dado de alta. A partir de ahí surge la hipótesis del bebé vivo y todas las acciones de búsqueda en torno a dar con él. Sigue abierta una causa que se llama “NN López según su paradero”. Así anotaron al “melli” en el Instituto de Pediatría Privado.
Ahora seguimos buscándolo, por un lado en el plano jurídico y por el otro como familiares seguimos tratando de tener entrevistas con personas que hayan trabajado en esos institutos y sumar pruebas para hallarlos.

 
¿Qué te pasa cada vez que se acerca esta fecha?

Me da mucha energía esta fecha porque se dan una sumatoria de invitaciones, pero además se ve como nuestro país se empieza a movilizar desde distintos aspectos, en el educativo, cultural en los distintos ámbitos, a repensar lo que fue el terrorismo de estado y a intentar reconstruir lo que intentó ser silenciado. Por eso, para nosotros todas estas actividades son muy lindas, nos gusta participar. Además, para mí es un honor poder estar en la presentación del libro de Alfredo (Hoffman), que es una persona sumamente comprometida con sus ideas y con su profesión. Que haya podido plasmar en “Reencuentro” todo lo que fue la restitución de mi identidad por un lado, pero a la vez todo lo que tuvo que ver con la dictadura en la provincia de Entre Ríos, me parece que es un aporte fundamental para esa reconstrucción de la memoria. Para nosotros es importante que exista este producto cultural, este libro, donde por un lado confluye toda una historia que tiene que ver con toda la generación de los 70, con sus ideas, ese espíritu y compromiso reflejado en nuestros padres. Y por otro lado, nosotros que tratamos de agarrar las banderas de ellos, continuarla y plasmarla en la búsqueda del “melli” y de los 400 chicos que todavía faltan encontrar.
 
¿Cuál es el mensaje para los chicos que tienen alguna duda sobre su identidad?
Por un lado se trata de convocar, de movilizar a los chicos de mi edad (35) que tengan dudas que se acerquen porque es un capítulo de la vida que está en sus manos poder completarlo. La identidad es un derecho que nosotros tenemos, que es inherente al ser humano. Y por otro lado, todas aquellas personas que tengan algún dato que lo puedan aportar pueden acercarse a las Abuelas de Plaza de Mayo, siempre hay una red de organismos de derechos humanos vinculado al tema identidad.
En cuanto a su hermano, a quién actualmente está  buscando expresó:
El «melli» hoy tendría 35 años y debería haber nacido entre febrero y marzo de 1978. En algún lado está y por eso estamos acá dando pasos para encontrarlo.
 
¿Qué sabes de tus padres?
Cucho y Raquel son figuras inmensas. Tienen varios planos para reconstruir lo que ellos han sido. Para mí es un orgullo ser hija de ellos. Tenían un fuerte compromiso con sus ideas, un fuerte amor por su pueblo, por su patria, más que nada mi mamá que estaba embarazada y con Seba (el hermano mayor) que tenía un año y medio, haberse comprometido de esa manera como militante es algo fabuloso. No hay muchos términos para poner en palabras lo que significa ser hija de ellos. Es un orgullo enorme.
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