Colegio Profesional de Asistentes Sociales de Santa Fe

Ética del cuidado: Espectros de un abismo. Una mirada desde el trabajo social comunitario: atención primaria de la salud y pandemia.

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Compartimos el artículo de la Lic. Patricia Nievas publicado en la revista Tracyectoria Colectiva de nuestro colegio.

Ética del cuidado: Espectros de un abismo.

Una mirada desde el trabajo social comunitario: atención primaria de la salud y pandemia.

Autor: Lic. Patricia Nievas

Descargar PDF: Patricia Nievas APS y Pandemia

“somos nosotros en el aquí y en el ahora en el mundo de la vida donde al contextualizar lo que está sucediendo, lo interpretamos, lo proyectamos. En ese sentido el Trabajo Social es una fuerza enunciativa” Teresa Matus1

Contextualizar e interpretar lo que está sucediendo, implica la inmanente necesidad de elucidar el Trabajo Social, pensar lo que hacemos y saber lo que pensamos, en los umbrales de un contexto atravesado por el estado de emergencia, crisis, e incertidumbre.

Algunas consideraciones que me parecen pertinente aclarar es que estas reflexiones provienen de un ámbito de intervención profesional, como Trabajadora Social en Atención Primaria de la Salud (APS),en tal sentido contienen un recorte de interpretación y además puede decirse de “huellas tempranas”, que arroja la experiencia, ya que nos encontramos inmersos en una situación compleja, que “esta-siendo” y las vivencias pueden estar signadas de subjetividad, pudiendo encontrar otras coordenadas de análisis al interpretarlo desde otra perspectiva y temporalidad.

Compartiré algunos soportes conceptuales desde donde se posiciona mi análisis. Una primera noción a presentar es el de   experiencia, de Gadamer:

 “cuando se considera la experiencia solo por referencia a su resultado se pasa por encima del verdadero proceso de la experiencia; pues este es esencialmente negativo (…) las verdaderas experiencias no son aquellas que se integran en nuestras expectativas, sino aquellas que se hacen y que son siempre negativas, a esta forma de experiencia le damos el nombre de dialéctica “2

Es decir, esta experiencia en crisis, nos permite dialogar con el contexto, desde las contradicciones, desde las tensiones que encontramos como obstáculos y fallas. Problematizarlas implican entonces identificar los abismos que encierran limites, construcción de sentido y resistencias

Si bien podemos decir que la disrupción como: momento de alteración, de interrupción de un estar siendo en la vida cotidiana, puede caracterizar esta etapa; la disrupción es parte de la dinámica en la que se devienen los ámbitos de abordaje profesional en una cuestión social neoliberal.

Con esto quiero enlazar el análisis sin soslayar una visión macro que encierra significaciones en lo micro, como un momento “no disociativo” de la singularidad del contexto político, social y económico con sus atravesamientos estructurales.

Es entonces menester mirar sobre las configuraciones existentes, que se traducen en prácticas sociales y representaciones que el campo como habitus, arroja sentidos en la vida cotidiana, social e institucional. Pierre Bourdieu, sociólogo francés, señala:

«La construcción del mundo de los agentes se opera bajo condiciones estructurales, por lo tanto, las representaciones de los agentes varían según su posición (y los intereses asociados) y según su habitus, como sistema de esquemas de percepción y apreciación, como estructuras cognitivas y evaluativas que adquieren a través de la experiencia duradera de una posición del mundo social» (Bourdieu, 1987a: 134).3

 La visión del mundo de los agentes sociales está asociada al lugar que ocupa en ese mundo, es decir a su posición de clase social. El sentido de las prácticas nos conlleva a desentrañar cuales son los esquemas de percepción – apreciación y cuáles son las lógicas reproductoras de sentido.

 Las medidas de protección prudentemente delineadas, por la presencia de un Estado en materia de salud, en cuanto a las disposiciones de Aislamiento social provisorio y obligatorio bajo la acepción “Quédate en Casa”, se convierten en un imperativo social e individual.

Ahora bien, que representaciones y significaciones múltiples encontramos en la expresión quédate en casa: ¿qué textura contiene la posible materialidad de dicha expresión? ¿qué es la casa y que implica quedarse? ¿qué es el cuidado? ¿qué valor conlleva la vida y la muerte?

A continuación, algunas nociones posibles de conjugar desde lo que percibo como “representación social” teniendo en cuenta el territorio, el aislamiento y la vida cotidiana, el cuidado y la salud frente a la pandemia.  

El territorio como espacio constitutivo y constituyente

El concepto de territorio es polisémico y su comprensión depende de la perspectiva e intencionalidad desde donde se lo aborde, como posibilidad o imposibilidad, como potencia o como carencia, como lugar de conquista y colonización o como escenario de lucha y emancipación entre algunas consideraciones. 

La reproducción material de la existencia en el territorio, entraman tejidos y lazos sociales desde donde se sostiene, emergiendo subjetividades, vivencias y concepciones de mundo.

La casa como propiedad individual, como ámbito de privacidad, de usina de relaciones, de vínculos, adquiere en el espacio barrial y comunitario otras características. La casa suele ser el barrio, la esquina, la cancha de futbol, la intemperie. Es decir, comprende un mundo material y simbólico plausible de interpretación para el trabajo social.

La extensión de la casa en el territorio es la comunidad.

1 Sepúlveda Matus Teresa: Ponencia “Innovación y gestión de la calidad  en los procesos de intervención”͘ XIII Congreso Estatal y Iberoamericano de Trabajo Social.
2 Gadamer, Hans-Georg : Verdad y Método. Salamanca(1992).
3 Gutierrez Alicia: Las Practicas Sociales: Una Introducción a Pierre Bourdieu. Centro editor de America Latina.Bs.As.1994

 

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