Colegio Profesional de Asistentes Sociales de Santa Fe

Brutal golpiza a una profesional

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Escrito por Gustavo Raffin
Fuente: Radio General Obligado

La colega Marianela Tourn sufrió graves lesiones cuando trabajaba en un domicilio particular por un caso de violencia familiar. Después de ser intervenida quirúrgicamente hablamos con ella en Radio General Obligado, donde cuestionó duramente la indiferencia policial y la impunidad judicial.

La salud
Marianela Tourn sufrió fracturas múltiples y expuestas en una mano, con importante pérdida de sustancias blandas. Fue intervenida quirurgicamente y le colocaron «dos tutores, dos clavijas» y trataron de salvarle un tendón seriamente comprometido. Además tuvieron que practicarle varios puntos de sutura en la cabeza y en uno de sus brazos. Tiene también una «contusión importante en la zona lumbar», todo esto según nos explicó el Dr Mauricio Vela, quien acompañaba a la paciente en el hospital de Reconquista, donde la visitamos en la tarde del miércoles.
Marianela sabe que salvó su vida porque con un maletín se cubrió el cráneo. «Pudo ser fatal».

¿Secuelas?
Si volverá a controlar normalmente los dedos gravemente dañados y si recuperará la sensibilidad aún no se puede asegurar, avisó el médico, preocupado por la pérdida de «partes blandas».
De todas maneras habrá que hacer injertos y esperar.

Lo que nos dijo Marianela
“Acá estoy, enyesada, golpeada, suturada, pero bien anímicamente”. Así respondió la asistente social a la consulta que le hicimos en vivo durante la tarde de AM 1440.
«Uno trata de poner lo mejor en su trabajo, acompañar a las personas en sus problemas, pero generalmente existen riesgos de este tipo», explicó.
Marianela contó que en este caso de violencia familiar, ella interviene desde hace tres meses cuando una mujer de Tacuarendí se acercó al centro de salud y le pidió su mediación por los golpes de su marido.
Alfredo Brac es un comerciante de Tacuarendí que tiene una larga historia de acusaciones por ser golpeador en perjuicio de su familia.
Van 12 años de impunidad y al menos 5 denuncias penales, contó la profesional.

Otra paliza y fuga del hogar
Una noche, tras «una tremenda golpiza», Gladis huyó de su casa hacia Villa Ocampo para refugiarse y pedir ayuda. Harta de la indiferencia judicial y policial, tomó la decisión de ser ella quien abandone el hogar y así lo hizo con su nena de 3 años con la que se fue a Rosario. Sentía que su vida corría peligro. Las nenas de 10 y 11 años quedaron con el Papá.

Regreso momentáneo
Luego de meses sin pasarle ayuda económica Gladis regresó a Tacuarendí y en la mañana del martes 5 de mayo de 2009 hablaron. «El le dijo que no le daría nada por haberse ido de su casa».
La nena de 10 años comunicó que «quiere ir a vivir con la mamá porque el papá tiene nueva pareja y se viven situaciones obscenas».

Reunión con la familia y descontrol
En la tarde del martes se acordó una reunión familiar en la casa de Brac con la presencia de la asistente social y otros profesionales del centro de salud.
Recordó la asistente social que cuando se le comunicó a Brac que la nena de 10 años iría a vivir con su Mamá, éste dijo que lo permitiría «recién en las vacaciones de julio».
«Se mostraba tranquilo, fumando, sentado, hasta que se paró, agarró un hierro de metro y medio y atacó».

El ataque
Marianela nos contó que al ver que Brac, «que es un hombre alto y violento» se aproximaba con el hierro en mano, todos salieron corriendo hacia la calle pero alcanzó a ella con un certero golpe y la tumbó. Y siguió pegándole en el piso, golpe tras golpe con el hierro de metro y medio.
Ella recuerda que con el maletín se cubrió «porque sino me parte la cabeza al medio». No se la partió pero se la cortó y destruyó dedos hasta ver los huesos afuera y golpes y cortes por varias partes.
Dice que Brac le pegaba y no decía nada. «Solo pegaba».
-«Para tarado!!! Pará tarado!!!», recuerda que le gritaban los testigos de la paliza, entre los que estaban miembros del equipo de salud, familiares de la mujer y amigos. Eran las 16,30 horas del martes 5 de mayo de 2009.
No es todo. Avisó que su próxima victima seria su cuñada, que vive frente a su casa.

Impotencia y precariedad
Marianela habló de la “impotencia y precariedad de condiciones de trabajo, con autoridades ausentes, el desinterés de la policía que nos mandó a hacer la denuncia a Villa Ocampo, el médico policial que quería que herida, golpeada, toda ensangrentada por los cortes y quebrada vaya a verlo a su consultorio».
Finalmente en la noche del martes le hicieron la intervención quirúrgica y le tomaron la denuncia.
«Brac ya tiene 5 denuncias anteriores y nunca se hizo nada, la policía siempre ausente”, reprochó, a la vez que repitió críticas a la policía por la indiferencia frente al problema, lo que considera «habitual y no solo en Tacuarendí».
«Nadie da respuesta y uno pone la cara para encontrarse solo frente a situaciones denigrante, mientras que la ex mujer de Brac se tiene que ir a Rosario porque él la amenazó que si sale la mata. Y amenazó de muerte a unas 15 personas», añadió la asistente social, indignada por tantos años de impunidad.

¿Por qué no fueron a la casa de Brac con policías?
Marianela dijo que para proceder a la reunión familiar no pidió apoyo de la policía porque ya le habían dicho hace dos meses que no se iban a meter. En lugar de actuar, dice que los policías argumentan que Tacuarendí es complicado y le aconsejan que debe escuchar todas las campanas. Le dan vueltas, no se quieren comprometer con el problema de la violencia familiar “…y tengo que ir sola”, se lamentó.
Pero los policías de ese pueblo del Nodo Reconquista no son la excepción. Reveló que «es habitual la indiferencia policial en los casos de violencia familiar. Tratan de evitar el papeleo».
“Ojala que esto sirva para que cada uno se haga cargo de lo que le toca”, dijo la asistente social, todavía con ganas de repartir enseñanzas.
«Patadas en el estómago, nariz sangrante, cortes, ahorcamiento y otras consecuencias sufre esa mujer que no quiso esperar salir muerta de su casa. Se cansó y se fue. Cinco denuncias y nadie hizo nada.
¿Necesitan que alguien muera para hacer algo?, se preguntó Marianela, quien no piensa volver “porque estoy amenazada de muerte”.

Desprotegida
La asistente social no tiene «ni cobertura social, ni seguro», ya que es parte de un programa de médicos comunitarios con una beca con fondos de la nación, a cambio de $2.000.- por mes.

Solidaridad
Mientras Marianela nos contaba su caso en la tarde de Radio General Obligado, se comunicó su colega Mario Torresán, quien envió la solidaridad del Instituto Juan XXIII.
También llamó a la radio y salió al aire el Profesor Pablo Pila, quien prometió ir esa misma noche al Instituto donde alguna vez fue el director para hablar con quien hoy ocupa ese cargo y acordar hacer «un acto solidario, no solo protocolar y académco para la foto, sino un movimiento que proteja a estos trabajadores sociales que salen a trabajar indefensos».
«Un caso de tamaña gravedad debe llamarnos a la reflexión”, dijo el ex director del Instituto Juan XXIII, donde se forman los asistentes sociales de la región, de quien “me lamento que estén sometidos a estas condiciones de trabajo y de trato”.
«Hay que llamar la atención acerca de esta profesión sometida a este tipo de cosas», sugirió. «Marianela es un exponente del problema».

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